SÍNDROME DE HAGLUND

En el extenso panorama de patologías musculoesqueléticas, el Síndrome de Haglund destaca como un desafío complejo, especialmente para aquellos que buscan mantenerse activos. En este blog, exploraremos cómo la fisioterapia puede desempeñar un papel crucial en el manejo y la recuperación de esta condición que afecta al talón.

El Síndrome de Haglund, también conocido como «protuberancia en el talón» o «espolón calcáneo», es una condición dolorosa que afecta la parte posterior del talón. Se caracteriza por la presencia de un exceso de hueso en la parte posterior del calcáneo, el hueso que forma el talón. Esta protuberancia ósea puede irritar los tejidos circundantes, como la bolsa sinovial y los tendones, causando inflamación y dolor.

El Síndrome de Haglund se puede tratar desde la fisioterapia, ya que su enfoque integral puede abordar tanto los síntomas agudos como las causas subyacentes. Aquí os dejamos un vistazo a cómo la fisioterapia puede marcar la diferencia:

• 1. Evaluación Personalizada: Antes de diseñar un plan de tratamiento, un fisioterapeuta realizará una evaluación exhaustiva para comprender la anatomía del paciente, la mecánica del pie y la gravedad de la condición. Esto permite realizar un enfoque personalizado que aborda las necesidades específicas de cada individuo.
• 2. Terapia Manual: Las técnicas de terapia manual y la movilización articular, pueden ayudar a aliviar la tensión en los tejidos afectados, mejorar la circulación y reducir la inflamación en la zona del talón.
• 3. Ejercicios Específicos: Se prescriben ejercicios específicos para fortalecer la musculatura del pie y la pierna, mejorando la estabilidad y reduciendo la carga sobre la protuberancia ósea. De esta manera mejoraremos la biomecánica, calidad del tejido y además reduciremos el riesgo de recaída.
• 4. Técnicas fisioterapéuticas adicionales: La aplicación de modalidades como la electroterapia, EPI/ EPTE o incluso Ondas de Choque pueden ser beneficiosa para reducir la inflamación y mejorar la cicatrización de los tejidos.
• 5. Educación sobre el Calzado y la Postura: El fisioterapeuta proporciona orientación sobre el calzado adecuado y la corrección de la postura para minimizar la presión sobre el talón. Esto es crucial para prevenir la exacerbación de los síntomas.
• 6. Seguimiento y Ajuste Continuo: El proceso de recuperación es dinámico, y el fisioterapeuta ajustará el plan de tratamiento según la respuesta del paciente. El seguimiento regular es esencial para monitorear el progreso y realizar modificaciones según sea necesario.