PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN LESIONES MUSCULARES

Hoy os hablaremos del protocolo de actuación en lesiones musculares. Dependiendo en la fase en la que nos encontremos deberemos realizar una cosa u otra:

• FASE INFLAMATORIA: 1-3 días desde la lesión. Los objetivos serán reducir el dolor y evitar una respuesta inflamatoria excesiva. Podemos aplicar crioterapia, elevación de la zona lesionada, evitar la inmovilización completa (reposo relativo), técnicas de fisioterapia como drenaje.
• FASE DEGENERATIVA Y DE VASCULARIZACIÓN: hasta las dos semanas desde la lesión. Nuestro objetivo será mejorar la vascularización de la zona para la eliminación de las toxinas que se han generado a causa de la lesión. Técnicas de fisioterapia más evidenciadas que podemos aplicar: ejercicios isométricos, incremento de la actividad deportiva, técnicas manuales e invasivas.
• FASE DE ESTIMULACIÓN CELULAR Y PROLIFERACIÓN. Hasta 1 mes desde la lesión. El objetivo en esta fase será el aumento de la demanda mecánica a la que sometemos al músculo. Realizaremos estiramientos y aumentaremos la demanda mecánica con ejercicios teniendo en cuenta la carga óptima que debemos meter al músculo, siempre sin que haya dolor. Durante esta fase será importante realizar un seguimiento de la evolución mediante la ecografía y aumentar la ingesta proteica en la alimentación del paciente.
• FASE DE REMODELACIÓN: seguir la progresión de la fase anterior. La parte más importante de esta fase será la vuelta a la práctica deportiva sin dolor.

LESIONES MUSCULARES MÁS TÍPICAS EN FUTBOLISTAS Y CORREDORES DE ALTA VELOCIDAD: ISQUIOTIBIALES.

La mayoría de las lesiones en el músculo isquiotibial se producen durante un sprint. Los isquiotibiales durante un sprint en ninguna de las fases de la marcha se estiran al máximo.

En la fase de balanceo final (en la que los isquiotibiales tienen el máximo estiramiento), éstos se estiran entre el 80 y el 90% de su longitud, nunca llegan al máximo de estiramiento. Además, entre una velocidad submáxima del 80% de la capacidad de la persona y una velocidad máxima del 100% no hay una relación significativa en la variación del estiramiento muscular. Sin embargo, entre estas dos velocidades el aumento de la fuerza que genera el isquiotibial en la fase de balanceo final de manera excéntrica aumenta considerablemente. Teniendo en cuenta estos aspectos, y que la mayoría de estas lesiones tienen lugar durante un sprint máximo, ¿debemos centrarnos en la falta de elasticidad del músculo?, o ¿quizás la falta de fuerza en una contracción excéntrica es más importante para el planteamiento de nuestro tratamiento para recuperar el tejido y evitar posibles recaídas?

PREVENCIÓN DE LESIONES

• Ejercicio nordic curl asistido. Sobrecarga excéntrica
• Carreras de velocidad máxima al menos una vez por semana.
• Optimización del entrenamiento: la evidencia nos dice que uno de los factores de riesgo más lesivo para este músculo es un aumento excesivo de la carga de trabajo debido a un calendario de partidos excesivo (pudiéndose jugar hasta 3 partidos en una misma semana). Para ello sugerimos una planificación de acumulación de cargas de entrenamiento altas durante la pretemporada para afrontar esas semanas más duras durante la temporada.
• Trabajo de la estabilidad lumbar y pélvica (core stability y glúteos) para mejorar la eficacia del isquiotibial y evitar que asuma labores de estabilidad.
• Buena condición física: un aumento de la fuerza y de las capacidades cardiovasculareshacen a la persona más resistentes a la fatiga muscular, reduciendo el riesgo de lesión.
• Calidad del movimiento: es necesario tener un buen timming de activación durante la extensión de cadera. Primero se activa glúteo, luego isquiotibial y más adelante cuadrado lumbar contralateral, realización específicos para ello.

FACTORES DE RIESGO

Una falta de flexibilidad del músculo cuádriceps o una falta de fuerza y control motor en la musculatura estabilizadora de la pelvis y tronco son factores de riesgo en la lesión del músculo isquiotibial.

Además, los pacientes que han sufrido lesiones previas en la musculatura isquiotibial tienen entre un 20% y un 50% de posibilidades de volver a sufrir otra lesión. Se ha encontrado asociación entre la prevalencia de estar más de dos semanas de baja deportiva y sufrir una recaída por lo que un aspecto importante será el ajuste de las cargas adecuadas de trabajo desde los primeros días de la lesión.

Otro aspecto a tener en cuenta es la evidencia que se ha encontrado entre lesiones previas de rodilla y de la musculatura que envuelve a ésta (cuádriceps o gemelos), debido a que se produce una ligera alteración de la biomecánica en la carrera, si no se realiza una buena reeducación de la misma, la musculatura isquiotibial tiene alrededor de un 20% más de probabilidades de sufrir una lesión.

En cuanto a la fatiga se ha demostrado que durante una repetición de esfuerzos con una intensidad alta (como es el sprint) se altera la técnica de ejecución, aumentando el riesgo de lesión. Además, un músculo que se encuentra en fatiga tiene menos capacidad de generar fuerza debido a los bajos niveles de glucógeno, y por tanto ante una solicitación excéntrica las probabilidades de lesión aumentan por no poder hacer frente a esa demanda. A su vez, la fatiga causa una disminución considerable del control motor y por tanto produce una contracción inapropiada. Los estudios afirman que las roturas musculares en los isquiotibiales se producen en los minutos finales de los partidos.

Por todo ello es importante acudir a un fisioterapeuta para determinar que protocolo de actuación en lesiones musculares es más ideal.